El viaje discreto trata sobre la memoria sonora de la infancia. Sus tres partes, Luna y panorama de los insectos, Reclamos y Último tren, tienen que ver, la una, con las noches de verano en el caserio de mis abuelos en Baeza y el zumbido de grillos y cigarras en las cálidas noches estivales, noches en las que los chiquillos nos acostábamos tarde vencidos por el calor; la otra, con los recuerdos de caza y las escopetas y reclamos que los adultos guardaban en los armarios, que los pequeños, a ocultas, empleábamos cuando podíamos en nuestros juegos y descubrimientos; la última, con el sonido de los viajes que emprendíamos cada verano y cada Navidad desde Atocha hacia la estación Baeza-Linares, en unos trenes que desprendían carbonilla, con asientos de madera y revisores que pasaban pidiendo el billete.
1. Luna y panorama de los insectos
2. Reclamos
3. Último tren
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